Proteger el compost frente a las altas temperaturas del verano es muy importante para preservar su calidad y buen estado. Y si tú sueles preparar esta elaboración con frecuencia, sabrás de sobra cómo conservarlo y cuidarlo para que sea el mejor alimento para tus plantas. Sin embargo, cuando se acercan cambios de tiempo fuscos, como temperaturas muy altas, notarás que tu compost no es el mismo y qué necesita de unos cuidados especiales.
Sigue estos consejos para cuidar el compost y mantenerlo en buen estado, de esta forma conseguirás garantizar su calidad y durabilidad. Además, ahora que se acerca la temporada estival queremos que aprendas los siguientes consejos sobre cómo proteger el compost del calor en verano.
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7 consejos para proteger el compost del calor en verano
Es muy importante saber proteger el compost del calor en verano, ya que las temperaturas altas pueden secarlo, acabar con los microorganismos o atraer plantas dañinas. No obstante, para que esto no suceda y poder conservarlo, puedes seguir los siguientes consejos que te serán de gran ayuda:
- Mantén la pila del compost siempre húmeda: puedes regar de vez en cuando la pila para mantenerla húmeda. Una regla que se suele emplear es que se encuentre como ‘esponja escurrida’. La clave para un compost saludable es la humedad. Durante el verano, es fundamental regarlo con regularidad para evitar que se seque. La frecuencia de riego dependerá del clima y de la cantidad de material seco que se añada. Un buen truco para saber si el compost está lo suficientemente húmedo es coger un puñado y apretarlo. Si sale una gota de agua, está perfecto. Si está seco, necesita riego.
- Cubre la pila de abono: usa una cubierta, como una lona, para proteger el compost del sol y del calor extremo. Si se mantiene a la sombra siempre mucho mejor.
- Gira la pila del compost: de esta forma se airea y el calor se distribuye de manera uniforme.
- Añade materiales secos a la pila: se puede poner paja, hojas o papel de periódico triturado en la pila para que se absorba el exceso de humedad.
- Agrega materiales ricos en nitrógeno: por ejemplo, los trozos de césped y restos de comida, te pueden servir, ya que ayudarán a calentar la pila y hacer que el proceso de descomposición sea más rápido.
- Utiliza la sombra a tu favor: puedes poner la pila debajo de un árbol o de un área sombreada para protegerla de la radiación solar directa. El sol directo puede resecar el compost y acelerar su descomposición. Para evitarlo, lo ideal es ubicar la compostera en un lugar semi-sombreado, debajo de un árbol o una estructura similar. Si no es posible, puedes cubrirla con una lona o malla protectora.
- Observa la pila de compost con frecuencia: hazlo, sobre todo para asegurarte de que se mantienen los niveles de humedad y temperatura adecuados. Si la encuentras demasiado seca, añádele agua, pero si crees está muy húmeda, añade materiales secos y gírala con frecuencia.
Siguiendo tus consejos conseguirás salvar tu compost de las temperaturas altas y del calor excesivo del verano. Y recuerda, que para saber si tu compost está en buen estado o no debes fijarte en los siguientes parámetros: olor, humedad y textura, color y aspecto. De esta forma, te será más fácil reconocer si el abono se encuentra en condiciones óptimas o no.
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